24 de abril de 2012

Retratos de la memoria: bodas y celebraciones



Tour y documental de Luciano Kulczewski

Es habitual que quienes caminen por la calle Estados Unidos, en el corazón del barrio Lastarria, se detengan frente a una peculiar construcción que está casi en la esquina con Namur. Tiene elementos góticos y en su fachada conviven, en armonía, figuras de gárgolas, huemules y pelícanos. Más llamativa aún es su forma: el inmueble está construido sobre un terreno parecido a un triángulo. “Es como un trozo de torta”, grafica uno de los vecinos que la observa diariamente.

El autor de esta casona es el arquitecto chileno Luciano Kulczewski. Ahí vivió durante algunos años junto a su esposa y sus dos hijos. Fue un vecino destacado, tanto que su legado aún se puede apreciar en las calles del barrio Lastarria: además de la casa de Estados Unidos 201, Kulczewski levantó otros tres edificios que se han convertido en íconos de este sector de la capital.

17 de abril de 2012

Piden declarar Monumento Histórico a puente colonial

En Puente Alto se descubrió un viaducto del siglo XVIII que cruzaba el ex canal San Carlos. Hoy, expertos buscan protegerlo.
por Lorena Leiva

Durante los siglos XVIII y XIX un puente de cal y canto sirvió para unir Santiago con Argentina. Por ahí pasaba el camino por donde ingresaba la totalidad de ganado que alimentaba a los chilenos, desde el paso Los Piuquenes, en el Cajón del Maipo. 300 años después, los restos de esa abandonada estructura fueron descubiertos en la comuna de Puente Alto, en el sector denominado Canal Viejo, que corresponde al antiguo trazado del Canal San Carlos.
En su construcción se usó una mezcla de clara de huevos y arena para pegar los ladrillos. La técnica es similar a la utilizada en los tajamares del Mapocho, que permitieron que el río no indundara la ciudad. También coincide con la del Puente de Cal y Canto, erigido entre 1765 y 1778 por el corregidor Luis Manuel de Zañartu, que llegó a ser un símbolo de Santiago, pero fue demolido en 1888 por una crecida del río.

16 de abril de 2012

Un café turco cargado a la tertulia

Don Julio lleva dos décadas en el barrio de las cafeterías. Más allá de los dulces árabes que ofrece, su local es un espacio para debatir diferentes temas durante horas.

Por la calle Merced suben los autos y los buses del Transantiago, pero dentro del café turco de Julio Gutiérrez (¡González?) no vuela ni una mosca. La mampara de vidrio y metal se abre y entra un caballero de bastón que se sienta en la única mesa ocupada, la misma en la que están Julio y una pareja de jóvenes hojeando el diario del día domingo. Ninguno consume nada.

Museo de la Iglesia de San Francisco abrirá sus puertas de noche...

... una vez al mes

El primer tour para recorrer sus salas y pasillos en penumbras será este miércoles, a las 20.30 horas.

La cara demacrada y huesuda, el cuello delgado como un tallo y las manos de venas dilatadas con una calavera en una de ellas. La imagen de San Pedro de Alcántara es tétrica a plena luz del día; más lo será en penumbras el próximo miércoles, cuando por primera vez el Museo de Arte Colonial de la Iglesia San Francisco, ubicado en pleno centro (Alameda con Londres), se abra de noche.

3 de abril de 2012

Protección para los primeros barrios obreros de Santiago

Villas de trabajadores textiles y ferroviarios fueron declaradas Conjuntos de Conservación histórica.
por Darío Zambra

Hubo una época en que sobre las mesas de los santiaguinos siempre había un botella de vidrio llena de leche. Quizás muchos la bebían sin saber que la fábrica en que se envasaba estaba a cuadras de la Estación Central, en la esquina de Manuel de Amat con San Alfonso. Ahí se ubicaba la Central de Leche, la empresa estatal que elaboraba productos lácteos. La materia prima venía del sur y viajaba hasta la capital en ferrocarril, en vagones cisternas. "Había incluso un desvío que llegaba justo a la entrada de la fábrica", cuenta Gerónimo Galaz, un antiguo maquinista de trenes.

2 de abril de 2012

La historia de la cripta de Los Sacramentinos

Justo debajo del célebre templo, existe otro subterráneo con lujosa ornamentación.

En realidad no es una, sino dos. Es difícil apreciarlo desde afuera, pero la imponente basílica de Los Sacramentinos tiene dos iglesias. Una es la que está a la vista y que ha sido elegida por varios famosos para casarse, como en su tiempo, Iván Zamorano y María Eugenia Larraín. Pero justo debajo de ese recinto, a cuatro metros desde el nivel del suelo, hay otro espacio, casi desconocido, al que se ingresa por unas escaleras que están en el acceso de calle Arturo Prat. De hecho, las ventanas de las famosas "catacumbas" que se aprecian desde Santa Isabel son en verdad las ventanas de una iglesia.